Solo te miden por el resultado de un juego, no por tu trabajo, seriedad y cumplimiento. Escribo sobre la profesión de entrenador, siempre con una maleta con rueditas, de acá para allá. A veces lo pueden hacer bien y te echan igual. O mal y salir campeón
Tras las campaña publicitaria del Football Manager 2009, en la que se presentaba el trabajo del entrenador como “El mejor trabajo de la Tierra” (Greatest Job on Earth), he decidido escribir sobre la vida de un entrenador.
Entrar en este mundo es una tarea difícil, sobre todo si no se cuentas con ciertas influencias, un buen apellido o un pasado futbolístico. Pero solo con eso no basta. Primero hay que sacarse el curso de entrenador, que consta de 3 niveles.
Con el primero se puede entrenar desde benjamines hasta juveniles, pero no un equipo profesional. Además, este nivel vale 1000 €, más 36 € por asignatura suspensa, lo que lo hace menos accesible. Una vez superada esta fase, ya se puede ir cogiendo experiencia como entrenador, sobre todo trabajando en un colegio, para ganar algo de dinero mientras tanto.
Después llega el segundo nivel, con el que se puede entrenar hasta Regional Preferente inclusive. Esta vez el curso vale 1100 € más 36 € por asignatura suspensa. La parte positiva es que con esta titulación ya se puede entrenar un club “de verdad”, es decir, con posibilidades de ascender a categorías superiores.
Aunque en caso de que entrenando en Regional Preferente el equipo ascendiese, el entrenador tendría que sacarse el tercer nivel, para ya poder entrenar cualquier equipo y convertirse así en un entrenador profesional. Esta vez el precio es de 1200 € más 60 € por asignatura suspensa, precio que cualquiera con deseo de entrenar pagaría.
Además, una dificultad añadida es que los cursos se celebran siempre en la misma ciudad, sino que van rotando, por lo que la gente que tiene otra ocupación debe hacer un gran esfuerzo para completar los tres niveles.
Una vez con el título bajo el brazo, el entrenador tiene que conseguir un trabajo. Lo mejor sería entrar en la cantera de algún club profesional, para ir ascendiendo puestos hasta llegar a ser algún día entrenador del primer equipo. Pero esto solo es posible con sacando las mejores notas del curso o con “enchufe”. Otra opción podría ser coger un equipo de Tercera y a partir de ahí ir escalando en el mundo del futbol. Por último, se puede empezar como segundo entrenador hasta conseguir un puesto como entrenador.
Pero a pesar del equipo, el trabajo de entrenador no es tan bonito como lo presentan. Un entrenador tiene que estar siempre preparado para cambiar de ciudad o de país incluso. Esto conlleva abandonar los amigos y las costumbres. Pero todo es necesario para ganarse la vida con el fútbol, el sueño de mucha gente.
Una vez contratado por un equipo (algo que algunos entrenadores nunca consiguen), llega la hora de la verdad. Ahí no importa tu calidad como manager, ni tus ideas de juego bonito y atractivo. Lo que habla y por lo que se te juzga son los resultados, y si estos no llegan, seas cumplidor, trabajador o lo que quieras, haz de hacerte a la idea de volver a abandonar tus amigos y tus costumbres y volver a casita. Este aspecto es el más duro de la vida de un entrenador.
Algo importante en esta carrera es intentar relacionarse con todo el mundo, buscando amistades y conocidos en cada sitio al que vayas, ya que esto es lo que más tarde marcará junto a tus resultados como manager que te llamen o no para entrenar.
También hace falta tener confianza en uno mismo y poder de abstracción, porque sea cual sea el equipo al que vayas, siempre habrá alguien que no te quiera allí y hará lo posible por que te vayas, ya sean aficionados o periodistas, por lo que hay que concentrarse en el trabajo y olvidar lo que dicen de ti para triunfar sobre la presión.
El entrenador debe saber ganarse el respeto de sus jugadores, ya que el concepto de entrenador y amigo no existe, dado que el entrenador ha de ser obedecido. Y esto es difícil, sobre todo cuando en el equipo hay estrellas o jugadores acostumbrados a la titularidad y a la fama. Estos suelen ser los más conflictivos cuando el equipo va mal.
A pesar de todo, el trabajo de entrenador es una profesión grande, que te permite vivir en el mundo del futbol, algo maravilloso para cualquiera. Pero para esto hace falta fuerza, sabiduría futbolística y ante todo, ganas.
Aquí el anuncio del Football Manager, que expresa la vida de un entrenador.
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