El Dios que vestía de blaugrana

Si buscásemos la palabra calidad en el diccionario es muy probable que nos encontremos Messi como sinónimo, y es que después de lo visto ayer nadie, y cuando digo nadie digo cualquiera que entienda de fútbol, puede discutir que Messi es el mejor jugador del mundo. 

Ayer hizo una actuación digna de Broadway y es que parecía que bailase con los otros, gracias a ella el debate ya no es si Messi es mejor que Cristiano porque eso quedó resuelto, ahora el debate es que haría el Barça sin Messi: unos dicen que sacar a Iniesta, otros que aplaudir mientras les metiera goles en el equipo que jugara, pero lo que yo creo es que eso es ciencia ficción con lo cual da igual lo que pensemos ya que va a seguir ahí.

Por lo demás el partido fue una batala técnica rota por la furia del espectáculo y la excitación que desencadenó el gol del Arsenal y posterior golazo de Leo, que después hizo lo propio marcando otros tres goles. Luego en el campo, los mortales hicieron su partido: el Barça tocó bien el balón, el Arsenal defendió bien e hizo algunas contras con peligro… Pero volviendo a Messi, hay que decir que realmente hacia falta medir 1’69 para hacer eso e irse a casa con balón y no con el campo entero. 

Además de la gran actuación de ayer Messi deja claro que puede jugar en cualquier posición de ataque, arrancar desde cualquier lado y luego marcar, por culpa de esto último, de marcar, se le acusó de chupón ayer por los madridistas que no ven con buenos ojos estos cuatro goles, y a ellos me dirijo cuando digo: dejad a un lado que sea de un equipo que no os guste, tapad el escudo con la mano y, por favor ved otra vez los goles, disfrutadlos porque animando y vitoreando sólo lo de vuestro equipo os perdéis la mayoría del pastel. 

Para terminar decir que si Jesús no era realmente el Messías que buscaban, ya lo han encontrado y recordar que Messi lleva 39 goles esta temporada está a tres del récord de Cristiano y que aún quedan muchos partidos de liga y Champions.