A Riquelme le quedó grande la albiceleste

Después de muchos problemas durante los último tiempos, Riquelme renunció ayer por segunda vez en su carrera a jugar en la selección argentina. Pero esta vez no es por problemas familiares como la otra vez, sino por problemas personales con el seleccionador, Diego Armando Maradona.

“Me muero por jugar con la camiseta de la Selección y me va a doler mucho ver un Mundial por la tele y los partidos por las eliminatorias. Pero no nos manejamos igual con el técnico de la Selección, y así no podemos trabajar juntos. Se termina la Selección para mí. Las cosas no están claras, me entero que estoy mal para él, en qué posición quiere que juegue y en cuál no”. Sobre el que no lo convocaran para el partido ante Francia, Riquelme dijo: “Ischia (entrenador de Boca) me había dado permiso hacía mucho tiempo, quería que Riquelme juegue en la selección. Riquelme después se entera de que no por la radio, me enteré cuando lo escuché a Bilardo por la radio. Con el tema de la Selección las cosas están un poco raras, me entero de más cosas por radio y por la tele que porque me llamen a mí”. Así argumentó su salida de la Selección.

Pero parece extraño que alguien que ama tanto a las selección y que tanto quiere jugar en ella renuncie por llevarse mal con el entrenador. Yo creo que detrás de eso hay cosas más profundas, sobre todo problemas en las personalidades de Juan Román y de Diego.

Riquelme es una persona reservada, más bien triste. Y parece que eso más el “poder” que ha logrado lo han llevado a querer ser siempre el centro de atención, normal siendo el menor de diez hermanos. Y ese es su gran problema, su egocentrismo. Nunca ha llegado a triunfar en un equipo que no lo tuviera como centro de su juego. Además, no es muy luchador, algo imprescindible para llegar a lo más alto.

Y Maradona es una personalidad que todos conocemos. Sus peores características son la excesiva sinceridad, la supuesta superioridad, pero lo peor es su pasado, que quitan credibilidad a lo que haga. Y es que con las cosas que se han dicho de él, pocos pueden confiar en lo que haga.

Y este choque de dos personalidades dominantes es lo que ha hecho estallar la bomba. Pero la culpa del asunto para mi es de Riquelme. Él no es el primer jugador que se lleva mal con su técnico, pero no tiene la resistencia mental que hace falta para asumir la responsabilidad de llevar el 10 de la albiceleste. Simplemente le queda grande. Una lástima, porque con su calidad podría haber hecho mucho más.

Al final, el único perjudicado va a ser él, porque ahora la selección va a poder tener un juego más abierto, sin depender de Román, y ojalá llegue lejos, que calidad no le va a faltar.