Maradona sigue despejando dudas

Por si no lo había conseguido dejar lo suficientemente claro durante las eliminatorias, tras el partido ante Uruguay Diego Maradona acabó de mostrar al mundo porque no puede estar al frente de un equipo de Fútbol con un mínimo de seriedad. Tras lo acontecido en el Centenario, quedó claro que en cuanto Maradona no esté en la Selección no va a estar en ningún otro equipo nunca.

Con un triste balance de tres victorias en seis partidos, dos de ellas en condiciones agónicas, Maradona cosecha los peores resultados que se han visto en mucho tiempo en la albiceleste, de la que se esperaban grandes cosas, pero que con Maradona al frente no ha conseguido jugar de ninguna de las maneras.

Lo que más ha dolido deportivamente son las derrotas ante Brasil y ante Bolivia por 6-1, una de las más abultadas de la historia argentina y contra un rival pésimo, y lo peor es que se pusieron excusas como la altura, unas excusas que valen de nada cuando la que era favorita para Sudáfrica pierde contra una selección menor como la boliviana.

En la derrota ante Brasil, la segunda de la historia de Argentina como local en fases eliminatorias para el Mundial, cabe destacar la mala idea de Maradona de irse a jugar a Rosario contra todo pronóstico.

El “juego” de la Selección, si es que puede llamarse así, deja todo que desear, no tiene buena defensa, no tiene creación y no tiene gol, en definitiva, no tiene nada. Una de las razones del caos en la albiceleste es la falta de un organizador, un puesto que Riquelme ocupaba hasta que no pudo más con Diego Maradona, que en su cabezonería lo dejó marchar y desde entonces no ha hecho nada por remediarlo.

Además, fuera del campo el seleccionador también deja mucho que desear. Primero no dejó que le dijeran a que jugadores llevar, algo que él no ha hecho bien, ya que hasta 80 han jugado bajo sus órdenes sin éxito.

Después declaró que si se clasificaba al Mundial seguía, sin ver el daño que ha hecho ya y el que le queda por hacer a la bicampeona del mundo, y ahora, como colofón, el famoso “A todos los que criticaron y dijeron que yo era una basura, que la sigan chupando” que en tan mal lugar lo ha dejado.

Además, Maradona tiene una concepción errónea de la realidad, ve todas las críticas como una caza contra él, cuando no se va en contra de él como persona, sino en contra de él como entrenador, donde él es el último que puede opinar como viene demostrando los últimos meses.

Ahora solo queda rezar para que se vaya, porque haga lo que haga parece que no lo van a echar, ni siquiera tras estas declaraciones que le habrían costado el puesto a cualquier entrenador de un equipo decente.

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