Tras el partido de ayer del Real Madrid ante el Espanyol, la conclusión es clara: el Madrid solo puede mejorar, pero no en el sentido negativo, sino en el sentido de que aun con muchas bajas importantes alcanzaron ayer uno de los mejores momentos de juego de la temporada.
La defensa formada por Albiol y Ramos se mostró muy sólida a pesar de los pocos partidos que han jugado juntos y al poco desempeño del sevillano en el centro de la zaga. Ambos se mostraron muy rápidos y seguros en el cruce y no dejaron que hubiese ningún peligro en la meta de Iker Casillas. Además, Marcelo subió muy bien como lateral aportando mucho al juego por la banda izquierda y mostrándose sólido en defensa, mientras que Arbeloa sumó uno más a su lista de partidos sin crear ningún peligro como de costumbre.
En el centro del campo Pellegrini apostó por jugar sin bandas dejando espacio a los laterales alineando a Xabi Alonso por delante de la defensa con Kaká, Granero y el resurgido Guti. En general los medios blancos tocaron bien y llevaron mucho peligro a la meta defendida por Kameni, aunque la oposición de los catalanes tampoco fue gran cosa.
Sigue estando en un mal estado de forma Kaká que no se sintió cómodo en ningún momento y a pesar de su gol realizó un partido muy discreto. Por otro lado, Esteban Granero aprovechó su titularidad y llevó el control del centro del campo asistiendo en el primer gol y distribuyendo bien en todo momento. Guti y Xabi Alonso por su parte hicieron un partido sin sobresaltos.
En la delantera comenzaron jugando Benzema y Raúl, pero ninguno de los dos pudo realizar un buen partido por diversas razones. El galo estuvo desconcentrado como demuestra la gran cantidad de fueras de juego en los que cayó y hace que empiece a cuestionarme si verdaderamente es tan buen jugador como arecía serlo en el Lyon. A su lado Raúl, que tuvo oportunidades pero que no consiguió meter gol sobre todo por el gran acierto de Kameni bajo los palos.
Al final salió ‘El Pipita’ Higuaín y para hundir más a Benzema y a Raúl consiguió el 3-0 tras controlar de manera genial un pase en largo y sentar a Kameni.
En general el Real Madrid mostró su mejor cara, destacando que contra los equipos menos poderosos se puede prescindir de Lass Diarra para meter a más jugadores de creación y que sin duda la pareja de delanteros merengue debe ser Higuaín-CR9. Además, a pesar de las bajas, el Madrid venció y convenció, lo que prueba que solo puede mejorar.
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