El 19 de mayo de 1984, la FIFA eligió a Italia como sede del Mundial de 1990 por encima de la URSS, convirtiéndose así en el segundo país en organizar dos Mundiales tras México.
116 equipos participaron en la fase de clasificación para ocupar los 22 lugares libres de la Copa, a los que se sumaron Argentina como campeona del ‘86 e Italia como anfitriona. En total tres equipos debutaron en el torneo: Irlanda, E.A.U. y Costa Rica. Además, fue el último Mundial que disputaron Yugoslavia, Checoslovaquia, la URSS y Alemania Federal, países que dejaron de existir antes del siguiente torneo.
El torneo destacó por su poca vistosidad, con el récord de menos goles por partido de los Mundiales y un juego muy defensivo liderado por Argentina e Irlanda. Como consecuencia, la FIFA introdujo después de la Copa la cesión y los tres puntos por victoria para favorecer el juego ofensivo.
La ganadora del torneo fue Alemania Federal, que venció a Argentina en la final por 1-0 con un penalti inexistente transformado por Brehme. El tercer puesto lo obtuvo Italia y el cuarto Inglaterra. El mejor jugador y el máximo goleador del torneo fue el italiano Salvatore Schillaci, con 6 goles.
Schillaci nació el 1 de diciembre de 1964 en Palermo en el seno de una familia pobre. Empezó a jugar de manera amateur en el Amat Palermo hasta que en 1982 lo contrató el Messina, que por aquel entonces jugaba en la Serie C2, el cuarto nivel del Fútbol italiano. Con la ayuda de ‘Toto’ Schillaci el Messina fue ascendiendo y en 1986 ascendieron a la Serie B, donde consiguieron asentarse en las temporadas siguientes. En la temporada 1988-1989 Schillaci fue el máximo goleador de la Serie B, anotando la mitad de los 46 goles del Messina esa temporada y atrayendo la atención de los grandes de Italia, que se disputaron su fichaje. En total, Schillaci disputó 219 partidos con el Messina anotando 61 goles.
Finalmente al Juventus ficha a Schillaci, que en su primera temporada consigue óptimos resultados: anota 15 goles en 30 partidos además de ayudar en la conquista de la Copa de Italia y la Copa de la UEFA. Tras su excepcional Copa del Mundo en 1990, la siguiente temporada es decepcionante para Schillaci, consiguiendo anotar sólo 11 goles antes de entrar en una crisis de lesiones que acabarían con su venta al Inter en 1992.
Con el club neroazzurro juega 30 partidos en dos temporadas anotando 11 goles y ganándose los abucheos del público en San Siro y sus insultos fuera de él, llegando incluso a utilizar a Schillaci como excusa de los malos resultados del Inter.
En 1994 y harto de las críticas se marcha a Japón a jugar con el Júbilo Iwata, con el que marca 56 goles en 78 partidos hasta 1997, cuando se retira por una grave lesión.
Con la Selección italiana Schillaci disputó 16 partidos y anotó 7 goles, 6 de ellos en la Copa del Mundo de Italia ‘90, el único Mundial que jugó.
Azeglio Vicini, el seleccionador italiano, convocó a Toto para le Mundial a pesar de que acababa de salir de la Serie B, levantando la polémica y la sorpresa en Italia.
Schillaci debutó en el Mundial sustituyendo a Carnevale en el primer partido de la fase de grupos contra Austria y con el marcador todavía 0-0, consiguiendo el gol de la victoria en el 79’. Incluso con su gran debut, Schillaci fue suplente en el segundo partido contra Estados Unidos, donde jugó algunos minutos. En el tercer partido ante Checoslovaquia Schillaci aparece por primera vez como titular junto a Roberto Baggio, consiguiendo marcar un gol cada uno para el 2-0 que daba la clasificación a Italia.
En los octavos de final ante Uruguay, Salvatore abre el partido con un gol en el 65’ en un partido que finaliza 2-0. Ya con todos los ojos puestos en él, Schillaci vuelve a anotar en los cuartos ante Irlanda el único gol del partido, dándole a los suyos el pase a las semifinales ante Argentina.
Contra la albiceleste Schillaci vuelve a marcar pero el partido se va a los penaltis tras el empate de Caniggia. Italia tira primera y marca por medio de Baresi, pero Argentina no se queda atrás y responde con gol de Serrizuela. El segundo de la azzurra lo marca Baggio, pero Burruchaga también acierta. En el tercer lanzamiento tanto De Agostini como Olarticoechea anotan, dejando la responsabilidad en manos de Donadoni y Maradona en el cuarto penalti. Y ahí acaba el sueño italiano: Donadoni falla y Maradona marca, teniendo la vida de Italia en sus botas Serena, que no aguanta la presión y manda su tiro al cuerpo de Goycochea.
En el partido por el tercer y cuarto puesto Schillaci consigue anotar de penalti para ganar el trofeo al máximo goleador, aunque la imagen que dio al no tirar en la tanda quedó como una gran mancha en su carrera.
Toto Schillaci fue un delantero de poca calidad pero mucho olfato, siendo un cazagoles excepcional. Además, su carismática personalidad le ayudo a ganarse a la prensa y al público, lo que propulsó su carrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario