En el fútbol, como en la vida, hay cosas que hay que hacer para experimentar los mejores sentimientos y emociones. Por eso hoy os voy a poner una lista de 13 cosas que hay que hacer en el fútbol antes de morir:
- Un caño: la sensación que deja hacer un caño no se puede describir con palabras, aunque lo voy a intentar. Es ver como tu rival no puede hacer nada cuando la pelota la tiene tan cerca. Además, es la máxima humillación futbolística, y ¿a quién no le gusta humillar alguna vez?
- Un gol de vaselina: la sensación es parecida a la del caño, nada más que con el portero, que ve como la pelota entra despacio y no puede hacer absolutamente nada.
- Dar un buena patada: se que suena raro, incluso mal, pero alguna vez hay que probar lo que se siente dándole una patada a un rival que te caiga mal. La patada sin intención ni de hacer daño, ni de quitar el balón, sino de experimentar la sensación.
- Cantar en la grada de un estadio: uno de los grandes momentos de una vida es la primera vez que vas a un estadio y empiezas a cantar y cuando te das cuenta estás afónico pero sigues, no se puede parar, es genial.
- Meter un penalti importante: es difícil, la responsabilidad es grande, pero si lo metes no puedes disfrutar más. El alivio que recorre tu cuerpo, tus compañeros abrazándote y gritando tu nombre, el rival vencido, la gloria en general.
- Regatear a un rival, darte la vuelta y volverlo a regatear: es ver como el rival vencido cree que tiene otra oportunidad y la vuelve a perder. Te hace sentir superior, cosa que a todos nos gusta.
- Que un equipo te mate a patadas y no te pueda parar: es como una venganza. Ellos te pegan y te pegan, y tú sigues, como al principio, dejando sus vergüenzas a la vista sin parar ni un segundo.
- Jugar al fútbol oyendo el himno de la Champions: no hay una canción que motive más para el fútbol. Los futboleros coincidirán conmigo en que es la mejor canción de música clásica, que te lleva a tu mejor nivel.
- Irte de alguien y marcar gol haciéndote toques: no dejes la pelota botar. Los rivales se quedan desconcertados y no saben cómo entrarte, así que los vas superando con una calidad impresionante, y por último, el portero sale un poco, y se la clavas de vaselina, cumpliendo también el número 2.
- Ver un Boca –
River en la Bombonera: el ambiente, la gente, cantas inconsciente, se te va la mente, el corazón latente, los sentidos mienten. Perdón que me emociono. Un Boca – River es como la Meca para los musulmanes: lo máximo. Por algo es el superclásico y siempre lo será. - Cantar el "You'll never walk alone" en Anfield: lo primero es aprenderse la letra y su significado, después ya lo puedes vivir por completo. Gane o pierda, el Liverpool nunca va a caminar solo.
- Ver la final de la Champions 2004/2005: Sin duda el mejor partido que he presenciado en mi vida, con el 3-0 para el Milán en la primera parte, la remontada hasta el 3-3 del Liverpool en la segunda y la dramática tanda de penaltis que se llevo el Liverpool gracias a Dudek.
- Marcar un gol con la mano: solo por ver la cara que se le queda a los rivales que lo han visto cuando el árbitro pita gol, vale la pena. Además, ir un poco contra las reglas de vez en cuando nos hace sentir mejor.
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