En 1966 los árbitros le dieron un gol que no era a Inglaterra en la final ante Alemania. Ahora los perjudicados son los ingleses y el autor, Lampard. Al final, los alemanes dieron una lección a Inglaterra, que se marcha a casa pensando que a pesar de haberlo dado todo, su desorganización, culpa de Capello, ha dado el triunfo en bandeja a los germanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario