Goleadores Mundiales: Paolo Rossi (España 1982)

El 6 de julio de 1966 la FIFA se reunió en Londres para decidir las sedes de los Mundiales de 1974, 1978 y 1982, que resultaron ser Alemania, Argentina y España respectivamente.

Para la 12ª Copa del Mundo se inscribieron 109 equipos, por lo que la FIFA decidió ampliar el número de participantes a 24, entre los cuales hubo cinco debutantes: Argelia, Camerún, Kuwait, Honduras y Nueva Zelanda.

Con el aumento del número de equipos la organización se vio obligada a cambiar el formato del torneo, que pasó a constar de una primera fase de seis grupos de cuatro equipos donde los dos primeros de cada grupo se clasificaban para una segunda fase de cuatro grupos de tres equipos. El primero de cada uno de los cuatro grupos se clasificaba para las semifinales.

La selección campeona fue Italia, que consiguió su tercer título al derrotar a Alemania en la final por 3-1, mientras que el tercer puesto fue para Polonia que derrotó 3-2 a Francia en la final de consolación.

El Premio al Mejor Jugador Joven fue para el francés Manuel Amoros, mientras que el Balón de Oro y la Bota de Oro fueron para el italiano Paolo Rossi, que marcó 6 goles.

Paolo Rossi nació el 23 de septiembre de 1956 en Prato y empezó a jugar a los 11 años en la Cattolica Virtus hasta que en 1972 la Juventus lo incorpora a sus filas como una joven promesa, pero la mala suerte se ceba con él al tener que ser operado del menisco tres veces en dos años. A pesar de su lesión consigue disputar tres partidos con el primer equipo hasta 1975, cuando se marcha cedido al Como, con el que disputa seis partidos en la temporada.

Por ese entonces, la Juve rehúye de su apuesta y le da el jugador gratis en copropiedad al Vicenza donde encuentra al que se convertirá en su descubridor, Battista Fabbri Giovan, que lo reconvierte de extremo a delantero centro debido a la edad del delantero titular Sandro Vitalia, a lo que Rossi responde con 21 goles en 36 partidos en la temporada 1976-1977 de la Serie B, consiguiendo el ascenso.

A pesar de pertenecer tanto a la Juve como al Vicenza, Rossi se queda con el equipo rojiblanco para disputar su primera temporada de la Serie A, que culmina con 24 goles en 30 partidos, ubicando al Vicenza en el segundo puesto tras luchar hasta el final contra la Juventus de Trapattoni por el Scudetto.

Su alto rendimiento en la Serie A y en su debut con Italia hacen que el seleccionador decida convocarlo para el Mundial de Argentina 1978, donde anota tres goles en siete partidos consiguiendo en cuarto puesto.

Para el principio de la siguiente temporada la Juventus y el Vicenza tenían que decidir la propiedad del jugador, que finalmente será de los rojiblancos por 1.7 millones de dólares, una cantidad desorbitada para la época, por lo que Rossi se convirtió en el fichaje más caro en Italia hasta ese momento. Pero en ese momento la mala suerte se ceba con el delantero, cuando el defensa del Dukla Praga, Macelo, lo lesiona de la rodilla en un encuentro de la UEFA. Finalmente el Vicenza desciende a la Serie B a pesar de los 15 goles que consigue anotar Rossi tras su recuperación.

En este punto, el presidente del Vicenza se ve obligado a renunciar al jugador, llegando a un acuerdo con el Nápoles por el jugador, quien, después de muchas dudas y una extraña negociación en la que ninguno de los grandes interviene, decide rechazar al Nápoles por el miedo a estar excesivamente presionado y acepta marcharse al Regina.

Con su nuevo club Rossi anota 13 goles en 28 partidos, pero el 1 de marzo de 1980 estalla el escándalo de las apuestas en el Fútbol en el que se ve envuelto junto a algunos compañeros. Rossi siempre se declaró inocente, pero aun así fue sancionado por dos años, perdiéndose la Eurocopa de 1980.

Su primer año de sanción lo pasa en Vicenza, donde se casa y entrena regularmente con el equipo local con el objetivo de estar en forma para el Mundial de 1982. En el segundo año, la Juventus confía en él y, a pesar de que le queda una año de sanción, lo contrata. Con el club bianconeri disputa los últimos tres partidos de liga marcando un gol, ganando el Scudetto y consiguiendo ser convocado por Enzo Bearzot para el Mundial.

La elección de Rossi para el Mundial tras dos años de inactividad levanta grandes controversias, que culminan con el abandono dela concentración de Evaristo Beccalossi y Roberto Pruzzo, máximo goleador de la Serie A. Estas críticas crecen cuando Rossi no es capaz de marcar en la primera fase de grupos ante Polonia, Perú y Camerún, una fase que Italia pasa con tres empates.

En la segunda fase Italia debuta con victoria ante Argentina por 2-1, con un Rossi todavía inoperante. En el segundo partido toca Brasil, a la que Italia vencerá por 3-2 con un legendario hattrick de Paolo Rossi, que comienza a acallar a sus numerosos críticos.

En semifinales Italia se enfrenta a Polonia, ganando 2-0 con doblete de Rossi, que se erige como estrella azzurra en la Copa del Mundo dándole el pase a la final a Italia contra Alemania Federal. En la final Italia vence por 3-1 con Rossi abriendo el partido en el minuto 57. Los goles de Tardelli, un gol cuya celebración es recordada como una de las mejores de la historia por la felicidad que exhala, y Altobelli completarán un 3-0 que maquillará Breitner en el 83’ de penalti.

Pura emoción

Con su actuación en el Mundial Rossi consigue los premios de Mejor Jugador Europeo y del Mundo del Año 1982, lo que unido a la Bota de Oro de la Copa del Mundo conforman un triplete únicamente igualado por Kempes.

Tras el éxito del Mundial Rossi tiene una dura temporada en la Juventus, consiguiendo sólo siete tantos en liga en un equipo repleto de estrellas como Platini. En Champions ‘Pablito’ juega mucho mejor, anotando seis tantos, siendo pichichi y perdiendo en la final contra el Hamburgo por 1-0. La consolación de la final perdida llega en la Copa de Italia, que vencen al ganar la final al Hellas Verona.

La siguiente temporada es más fácil para Rossi, que con 13 tantos ayuda a conquistar el Scudetto y la Recopa de Europa ante el Oporto en Basilea. En la temporada 1984-1985 consigue la Supercopa de Europa y se produce la tragedia con la Masacre de Heysel en la final de la Champions contra el Liverpool, donde mueren 39 personas y más de 600 resultan heridas por la avalanchas, los enfrentamientos entre aficiones y el ruinoso estado del estadio. A pesar de todo la UEFA obligó a que el partido se jugara, una decisión muy criticada. Finalmente la Juventus gana el partido con un penalti inexistente transformado por Platini mientras en la grada todavía podían verse algunos cadáveres.

En esta temporada Rossi inicia su decadencia deportiva debido a sus frecuentes problemas de rodilla, por lo que es vendido a un Milán en muy mal estado. Con los rossoneri se pierde los 10 primeros partidos por lesión y marca un solo gol, contra el Inter, por lo que se gana el cariño de la afición. Al final de la temporada es vendido al Hellas Verona, con el que anota 4 goles en 20 partidos, tres de ellos de penalti, antes de retirarse en 1987.

Actualmente Rossi se encuentra en el negocio inmobiliario y participa como comentarista eventual de Fútbol.

Durante su carrera obtuvo una Serie B, dos Scudettos, una Copa de Italia, una Recopa de Europa, una Supercopa de Europa, una Liga de Campeones y un Mundial. Individualmente logró un Pichichi de la Serie B, un Capocannonieri (máximo goleador de la Serie A), un Balón de Oro, Goleador de la Copa Mundial de Fútbol 1982, Mejor jugador de la Copa Mundial de Fútbol 1982, Futbolista Europeo del año 1982 y Listado en los 100 mejores futbolistas de la historia.

Una institución del delantero italiano, su estilo oportuno, combativo y apasionado: corazón, inteligencia y destreza. Pablito siempre será la estrella, el goleador implacable.

Rossi en los Mundiales