El largo camino del buen juego al ‘Jogo Bonito’

Con los recientes éxitos de la Selección española, siempre acompañados por un buen juego, se está empezando a hablar de la Roja como sucesora de la canarinha pero, ¿se pueden comparar?

España toca bien, muy bien podría decirse, marca goles, defiende adelantada, usa su calidad como principal arma… pero le falta algo para llegar al Jogo Bonito total al que llegó Brasil en su momento. Los brasileños tenían una magia que no solo España, sino el resto de las selecciones, no tienen. Un extra de habilidad que los llevaba al siguiente nivel de belleza y espectacularidad en el juego.

En todas las parcelas del campo contaban con los jugadores más ofensivos y habilidosos del mundo, podían jugar a una velocidad vertiginosa sin ver alterada su calidad, las grandes estrellas hacían maravillas que provocaban olas en los estadios y gritos de desesperación en los rivales.

Si analizamos puesto por puesto, veremos las diferencias entre el la Roja del buen juego y la canarinha del Jogo Bonito:

En la portería, muchos dirán que no se puede ver el buen juego, pero se equivocan. Los porteros brasileños también tienen calidad, son como el delantero más atrasado del equipo. El más claro ejemplo de esto es el arquero del Sao Paulo, Rogério Ceni, que defendió la meta brasileña 16 veces, logrando el Mundial del 2002. Gran portero entre los tres palos y excelente defensa fuera de ellos, Rogério es el portero más goleador del mundo, algo que ya lo dice todo (Lo mejor de Ceni). En cambio, Iker Casillas, sin dejar de ser un gran portero, es de los más clásicos que hay, sin abandonar nunca su área.

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En la defensa, los brasileños cuentan con centrales bastante ofensivos como Lúcio que suben siempre que pueden buscando el juego de ataque y usando la calidad que tiene todo brasileño. Los centrales de cualquier otro equipo son buenos en defensa y ya está, de ahí que se aprecien tanto los defensas que saben sacar bien el balón.

Los laterales son la mayor diferencia, con grandísimos iconos en las bandas brasileñas con Cafú y Roberto Carlos como máximos representantes. Jugadores con una calidad estremecedora, un golpeo asesino y una ida y vuelta constante. Por el otro lado, las bandas de España presentan grandes contrastes: por la derecha Sergio Ramos aporta mucho, aunque le falta algo de calidad para igualar a los sudamericanos; por la izquierda, Capdevilla baja el nivel de la Selección siendo un jugador bueno pero no digno de un campeón de Europa.

En el centro del campo, la gran diferencia es la mayor calidad de brasileños, su facilidad para llegar y su velocidad. El centro del campo de la Roja es más estático, tocando más y sin apenas llegada. En la Brasil del Jogo Bonito los mejores en estos puestos eran Kaka, Ronaldinho y Rivaldo, jugadores que en mi opinión están más cerca de la belleza futbolística que Xavi, Iniesta o el sobrevalorado Xabi Alonso. Además, los brasileños tienen mejores jugadores de banda, con Robinho y Denílson como mayores exponentes de la habilidad que caracteriza a la canarinha.

En cuanto a los delanteros, ambas selecciones apuestan por que sean buenos con el balón en los pies y rápidos, pero, de nuevo, la canarinha sale ganando con jugadores como Ronaldo, Romario o Adriano frente a Villa, Torres y Güiza.

En el estilo, los brasileños son más vertiginosos y tienen más magia, llevando el fútbol a la categoría del octavo arte, frente al simplemente buen juego de España.