Nada más importante que el Fútbol

Hay seres humanos (¿?) a los que no les gusta el Fútbol. Podría decirse que es comprensible, difícilmente , pero comprensible. Pero lo que nadie puede negar es que el Fútbol es uno de los aspectos de la vida de la mayoría de los seres humanos, si no el más importante. Y no es una exageración, y quizás algunos de los hechos que expongo lo demuestran.

Empiezo con un punto clave: la política. El Fútbol condiciona y mucho la política, desde haciendo perder unas elecciones hasta crear una guerra. Del primer caso hay varios ejemplos, uno de ellos muy reciente. El fichaje de Kaká, cerrado bastante antes de su confirmación oficial, no fue anunciado hasta el 8 de junio, dos días después de la elecciones europeas del 6 de junio en las que el partido presidido por Berlusconi, el controlador del AC Milán, tenía opciones de ganar, y por miedo a las reacciones de los millones de fans del Milán, Silvio Berlusconi decidió posponer el fichaje del brasileño.

En el caso de la guerra, el nombre de la misma lo dice todo: la Guerra del Fútbol. Honduras y El Salvador disputaban un partido de las eliminatorias para el Mundial de 1970 en medio de grandes tensiones entre ambos países. El choque futbolístico fue el detonante de la guerra, que se cobró más de 5.000 vidas y acabó causando una guerra civil en El Salvador.

En el caso de las elecciones también encontramos un caso más cercano, concretamente se produjo en Granada, donde el alcalde Torres Hurtado prometió inversiones en el Granada F.C., ganándose así los votos de los hinchas. La promesa además fue cumplida, por lo que se ganó el voto de los aficionados, que ayudarían en las siguientes elecciones.

Hay gente que ha estado a punto de morir por el Fútbol, y no me refiero a la violencia ni a anda por el estilo, sino a algo voluntario. Traigo aquí la confesión de un hincha de River que explica como literalmente se dejó el pulmón en un partido:

“Tengo 25 años. El jueves fui a la cancha como otras 50.000 personas. Alenté como siempre, pero bueno, no se pudo. Debido a los gritos que pegué, sufrí mi segundo neumotórax espontáneo. Al final, resignado y con un solo pulmón funcionando, caminé 20 cuadras para tomar el último micro a La Plata. Llegué con lo justo en tiempo y en físico... Más de una vez pensé que caía redondo. Estuve internado una semana (me dieron el alta ayer) en el Hospital Rossi, luego de dos operaciones. Estoy muy feliz por estar en casa y a la vez muy triste por leer las burradas que dice este chico Ahumada. Quiero llorar. Ese aliento, que seguramente le pareció insuficiente, se llevó un cachito de mis pulmones, una semana de angustia, y al tipo no le movió ni un pelo. Yo lo banqué siempre, aunque Ahumada se borró en más de una difícil.”

También mucha gente vive del Fútbol, muchas grandes ciudades encuentran en el deporte rey una fuente increíble de ingresos, porque los grandes clubes atraen gente cada vez que juegan con el consecuente gasto, un gasto que ayuda a mover la economía del país.

Tampoco es descabelladlo decir que hay países que se paralizan ante encuentro de suma importancia, véase la final de las competiciones continentales de clubes y selecciones y ante todo el partido más grande, el que solo se puede ver cada cuatro años porque más a menudo sería dañino para el organismo: la Final del Mundial, un partido que atrae a 600 millones de personas en la televisión, que llenaría cualquier estadio y lo haría parecer pequeño. En ese día, el mundo se paraliza y el que esté fuera de su casa pasa a la categoría de extraterrestre.

Por último dejo un fragmento del blog Yo que Sé en el que se habla del amor y el Fútbol de una manera muy especial:

“He llegado a pensar que el fútbol es mucho más grande que al amor de pareja. Sí lo sé, estoy completamente loco. Es que no hay nada más gratificante, más pleno, que gritar esa palabra maravillosa que encierra tantas cosas en sólo tres letras, GOL.” Ver artículo entero.

Mucho más se podría hablar de la importancia del Fútbol, pero no es un buen momento para escribir un libro.