Inglaterra 2018 | The world invited

 

Como cuna del Fútbol, Inglaterra intentará volver a organizar una Copa del Mundo como ya hizo en 1966. El equipo de la candidatura esta compuesto por miembros muy destacados del mundo del Fútbol, como lo son Geoff Thompson, vicepresidente de la FIFA; David Dein, ex vicepresidente del Arsenal; David Gill, director ejecutivo del Manchester United; David Beckham, el jugador de campo con más internacionalidades; John Barnes, jugador del equipo nacional en 79 ocasiones; el seleccionador Fabio Capello y Lord Stern, presidente del Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente. Con esta organización, la FA busca combinar profesionales del Fútbol, de la economía y del medio ambiente para garantizar la sostenibilidad y la fiabilidad del proyecto.

Apoyando la candidatura, se ha creado una lista de 10 razones por las cuales Inglaterra debería organizar la Copa del Mundo de 2018:

1. Pasión por el Fútbol. El deporte nacional es practicado por 7 millones de personas a la semana y es seguido en los estadios por 30 millones de espectadores cada temporada y por televisión en más de 200 países por tres mil millones de personas.

2. Inglaterra unida. Todos el país apoya unánimemente el proyecto: los jugadores, los equipos, el gobierno, las empresas, los famosos y, por supuesto, los aficionados al Fútbol.

3. Un destino popular, un recibimiento cordial. Acostumbrada a ser un destino turístico, Inglaterra cuenta con la costumbre de recibir extranjeros y con las infraestructuras para hacerlo.

4. Estadios emblemáticos. Los numerosos campos míticos del país, con sus distintas aficiones conforman un espectáculo difícil de igualar.

5.  Con experiencia para ofrece la mejor experiencia. En Inglaterra se celebran eventos deportivos de magnitud internacional como Wimbledon, el Seis Naciones o el British Open que confirman el buen estado de las infraestructuras y promueven una constante inversión en su mejora.

6. Situación ideal. Debido a estar en la zona horaria cero, la retransmisión de los partidos sería en buenos horarios para todo el mundo, además de que en el territorio hay un clima templado sin variaciones de altura que permiten una perfecta práctica del deporte.

7. Festival de fútbol fenomenal. La candidatura garantiza estadios y Fan Fests llenos a rebosar gracias a las mejores infraestructuras futbolísticas del mundo.

8. Éxito económico descollante. Las previsiones más prudentes de un estudio realizado por PWC adelantan un beneficio de más de 3.500 millones de libras y la creación de miles de puestos de trabajos y oportunidades.

9. Inspiración para las nuevas generaciones. Inglaterra promete impulsar el Fútbol en el país y en el resto del mundo para crear una generación de jugadores, entrenadores, árbitros y administradores con talento.

10. Estímulo de cambio positivo en todo el mundo. Un torneo en Inglaterra mejoraría la vida de millones de personas de dentro y fuera del país gracias a los ingresos obtenidos que en parte serían invertidos en programas de mejora.

Entres estas 10 razones considero muy atractivas la primera, ya que si en un país se sigue el Fútbol es en Inglaterra, y la cuarta, porque nadie cuenta con tantos escenarios míticos; mientras que las dos últimas no me parecen reales.

En cuanto a sedes, Inglaterra presenta una arsenal de buenos estadios en buenas ciudades que pueden decantar fácilmente a la FIFA. Londres cuenta con una gran cantidad de estadios para albergar distintos partidos, incluido el Nuevo Wembley, que albergaría la final, mientras que otras ciudades muy interesantes son Liverpool y Manchester, que podrían aportar dos estadios cada una. El resto de sedes propuestas son Newcastle, Milton Keynes, Birmingham, Bristol, Leeds, Sunderland, Sheffield, Plymouth y Nottingham.

Además, cada ciudad tiene la posibilidad de presentarse como sede de alguno de estos eventos: sorteo preliminar, sorteo de la Copa Confederaciones, sorteo final, taller para equipos, taller para árbitros, taller médico, talleres de difusión, congreso de la FIFA y banquete de la FIFA. Otra idea de la candidatura es que cada uno de los 32 participantes sea acogido por un equipo profesional, de manera que puedan entrenarse en las mejores condiciones.

Cabe destacar que Inglaterra ya fue sede de un Mundial en 1966 y de la Eurocopa de 1996, por lo que cuenta con buenas experiencia en organización de torneos futbolísticos.

Para mi Inglaterra no sería una mala opción debido a la innegable calidad de sus estadios y al ambiente futbolístico que se respira en ellos, lo que ayudaría a evitar imágenes de estadios medio vacíos como las vistas en Sudáfrica. Cuenta con la ventaja de ser una elección segura que no dará sorpresas negativas, aunque el hecho de haber organizado una Copa puede jugar en su contra. Otra gran ventaja para Inglaterra es que ya cuenta con la mayoría de las infraestructuras necesarias para la elaboración del torneo, por lo que no habría que preocuparse por los plazos de construcción. Y no nos olvidemos del pulpo Paul, que eligió a Inglaterra como sede.

Tras la revisión de la FIFA a la candidatura, los mayores elogios se han referido a la calidad de las instalaciones y del transporte público, aunque se pide al país que para el 2018 consiga más alojamiento de calidad en todas las posibles sedes, ya que son necesarias muchas habitaciones de calidad durante la cita mundialista.

El otro punto negativo de la candidatura es la reciente dimisión de su presidente, el presidente de la Federación Inglesa de Fútbol (FA), David Triesman, que se vio afectado por un escándalo al salir a la luz unas palabras suyas que sugerían que España había renunciado a organizar la Copa del Mundo en favor de Rusia a cambio de que esta le ayudara a comprar a los árbitros en Sudáfrica 2010, unas acusaciones muy graves que no pudo absorber, viéndose obligado a dejar su puesto.

Por último la Selección Inglesa ha programado partidos amistosos contra los países de los votantes de más peso de la comisión, como Argentina, Tailandia o Trinidad y Tobago. Con esta iniciativa, los directivos de la candidatura pretenden entablar relaciones con los votantes para ganarse su voto.