Weligton merece una sanción.

En el choque entre el Málaga y el Barcelona, además de la ausencia de Fútbol de los boquerones se vivió algo que debería tener repercusión, porque de lo contrario se estaría permitiendo la violencia en los campos.

Estoy hablando de las dos agresiones de Weligton a Messi y a Piqué que fueron ignoradas por el árbitro y que habrían significado penalti, expulsión y sanción en los dos casos.

Primero, tras una buena jugada de ‘La Pulga’, y con Lio ya en el suelo, Weligton piso a conciencia su tibia arriesgándose a romperla, aunque por suerte la espinillera y la suerte evitaron que Weligton no pudiese volver a visitar ni Barcelona ni Argentina ni ningún lugar donde guste el buen Fútbol.

Por esa acción el brasileño debería haber recibido tarjeta roja directa, lo que ya de por si serían dos partidos de sanción, y otros cuatro por agresión, lo que elevaría a seis encuentros el castigo como mínimo, ya que la pena por agresión es de entre cuatro y 12 partidos.

El segundo incidente fue en un córner a favor del Barcelona, cuando Weligton le pegó a Piqué un lamentable gancho en la cabeza sin motivo alguno. Además, el central del Málaga cometió numerosas faltas durante el partido, aunque solo vio la tarjeta amarilla en el minuto 69 por “encararse a un contrario, recriminándole un lance del encuentro” como reza el acta arbitral.

Con la pobre actitud mostrada por el defensa malaguista, superado por la calidad de Messi en todas las facetas, la Federación debería investigar y tomar medidas para que la violencia sin control se erradique de los campos. En caso de contar con la mínima sanción, Weligton debería recibir ocho partidos, siempre teniendo pensando que las agresiones son las mínimas para ser consideradas tales.

Espero que se tomen medidas y se castigue a la gente como el brasileño, porque podría habernos dejado sin Messi por una buena temporada, y eso no se puede perdonar.

.