¿Jugadores mercenarios? La respuesta es fácil: ¡NO!

Todo viene de un factor clave del fútbol: todos creemos que nuestro equipo es el más importante y que todos ‘sienten los colores’ como nosotros. Pero no, eso no es así. Parece increíble que la gente, guiada por unos pocos, llame a los jugadores mercenarios basándose en la búsqueda de dinero y fama de los futbolistas.

Los que van a los campos a gritar esos “insultos” para mi no son más que unos frustrados que buscan dejar salir la presión de su vida contra una gente que tiene una vida mejor y que no padece los problemas del aficionado. También está claro que si a cualquiera de los aficionados que ladran por lo campos le ofrecieran 100 € más en otra empresa, por muchos años que lleven trabajando en una, se irían a la que más paga, y eso no es criticable. Todos queremos más.

Imaginemos que a un aficionado del Real Madrid (por poner un ejemplo) le ofrecieran 1000 € al mes por ir al Camp Nou a animar al FC Barcelona ¿Acaso no aceptaría? Los futbolistas no van a ser menos. Serán famosos, iconos, ejemplos y todo lo que queramos, peor el Fútbol no deja de ser su trabajo.

Otro argumento que se suele esgrimir es que los canteranos si que sienten los colores. Para mi no es así. Lo que pasa con los canteranos es que llevan desde los 12 años en un club sin tener problemas para vivir bien.

Pero ahora vayamos al caso opuesto. Un chaval brasileño que juegue en las favelas. Ese niño dará lo que sea por un poco de dinero para su familia, no para él. Si resulta que es una estrella, acabará en un buen club europeo. Si además es un crack mundial, lo querrán los más grandes, y cuando paguen por él, se irá. Y será llamado mercenario. Nadie mira que los jugadores que tienen una infancia dura no juegan para vivir ellos, sino para que vivan su familia y sus amigos.

Si pueden optar a más dinero, más tiempo va a durar su familia sin problemas económicos. Más descendiente suyos no van a crecer en las míseras condiciones en las que creció él. Y eso es una motivación para cualquiera.

Sin embargo, un jugador cualquiera que haya tenido una vida normal no se preocupa tanto de eso, porque sabe que sus amigos se pueden mantener solos, que sus hijos podrán estudiar en un buen colegio y encontrar trabajo sin problemas.

Los últimos casos que han surgido últimamente son los de Tapia y Goitia, entrenador y portero del Málaga respectivamente, que se han marchado al Betis aun estando en segunda. Para empezar, está claro que el Betis paga más que el Málaga, esté en la categoría que esté. Segundo, el Betis es un equipo con más historia y con más futuro, creo yo, que el Málaga. Sería extraño que el Betis no subiera a Primera el año que viene, y una vez en Primera sería un club con más proyección que el Málaga, que a pesar de su gran temporada no podrá mantenerse así mucho tiempo.

Otra razón por la que llaman mercenarios a los jugadores es por el hecho de irse a jugar a ligas exóticas cobrando mucho. Y estamos en el mismo punto de antes, pero con añadidos: amplías tu fama mundial, te sientes mejor jugador al jugar contra peores equipos y conoces nuevas culturas.

Creo que entre las aficiones se ha colado la expresión ‘sentir los colores’, que me parece que no significa mucho.

En definitiva, hay que mandar a callar a aquellos que insultan a los futbolistas y a los deportistas en general.